Sigue nuestras emisiones en directo desde esta página, y no te pierdas ningún evento y actividad.
Sigue nuestras emisiones en directo desde esta página, y no te pierdas ningún evento y actividad.
Buscar
23 de Septiembre de 2025 18:17
Desde Tenerife, en las aulas de la Universidad de La Laguna, hasta en Colombia, en las aulas de la Universidad de La Sabana, Samuel Toledano habla con la misma pasión con la que escribe y enseña.
Profesor desde 2011 y con una trayectoria que combina la academia y el ejercicio periodístico, Toledano, en el marco de la Semana de la Comunicación en la Universidad de La Sabana, se ha centrado en explicar los impactos de la comunicación política en la opinión pública y en la democracia. Su camino profesional lo ha llevado desde la Agencia EFE, Nueva York y Canarias, hasta a asesorar partidos políticos en Latinoamérica.
“Lo que hemos olvidado es que la información es un derecho, no un producto”, afirmó a Conexión Sabana 360, convencido de que la actual crisis de los sistemas democráticos parte de ello. Los medios convertidos en empresas que buscan rentabilidad inmediata, y los ciudadanos que consumen noticias como mercancía de rápida digestión, son el terreno perfecto para la manipulación, las noticias falsas y la extrema polarización, explica Toledano.
El académico describe cómo la política se ha convertido en un espectáculo, donde la población elige al candidato “más simpático, el más guapo o el que mejor se mueve en un programa de televisión”, en lugar de analizar la trayectoria y las propuestas.
En su opinión, la política se ha convertido en un espectáculo mediático en que tienen más valor el marketing y la publicidad, antes que los discursos o ideas de fondo, y esa superficialidad, ataca la esencia misma de la democracia, que es identificar problemas sociales y elegir a quien realmente tenga las herramientas para resolverlos.
El periódico El País informó que “Colombia pasó de 6,55 puntos en 2023 a 6,35 puntos en 2024 en el Índice de Democracia, ubicándose entre los países latinoamericanos con mayor retroceso en cultura política y funcionamiento del gobierno.”
El auge de las noticias falsas y la polarización política ha generado un fenómeno que se puede comparar con el fanatismo deportivo. “Nos comportamos como hinchas de un equipo de fútbol: criticamos los errores del adversario, pero justificamos o ignoramos los de nuestro propio candidato”, explica Toledano.
A todo esto, se suma la inteligencia artificial. Si bien la manipulación informativa no es nueva, ya que “a principios del siglo XX ya se borraban adversarios de las fotos”, hoy las formas son más sofisticadas y accesibles. Actualmente, existen videos falsos, clonación de voces y contenidos casi imposibles de distinguir de la realidad, que circulan por todas las redes sociales.
Como una posible solución, Toledano plantea que los Estados exijan la identificación clara de los contenidos generados con inteligencia artificial, como una forma de proteger al ciudadano, pero también explica que el rigor periodístico hace parte fundamental de las posibles soluciones. “Entender la realidad no se puede en dos tuits”, enfatiza, marcando la necesidad de investigar en profundidad, y aunque reconoce que la crisis económica es una gran limitante de la profundidad de los medios, es creyente de que la responsabilidad democrática obliga a no reducir la información a titulares vacíos.
Lo ideal para el profesor sería contar con un sistema de alarmas que permitan a los ciudadanos evaluar rigurosamente a los actores políticos, sin importar las afinidades, pero esto se torna casi imposible al vernos frente a sociedades inmersas en divisiones ideológicas profundas, y en que la desinformación circula rápidamente.
Dentro de su análisis, Toledano reconoce que el fenómeno de la desinformación se ha globalizado, y que, en Latinoamérica, Europa, y Estados Unidos se pueden evidenciar las mismas tácticas de populismo y manipulación. Para él, la diferencia se encuentra en los sistemas políticos. En modelos presidencialistas, donde se vota directamente por un candidato, existe más vulnerabilidad frente a la propaganda individual y la personalización. Por otro lado, en sistemas parlamentarios más que votar por un candidato en su individualidad, se vota por un partido completo como tal. Sin embargo, el profesor plantea que en todos los contextos políticos existe la tentación de que “todo vale” siempre que el fin sea ganar unas elecciones, incluso intoxicar el debate público.
El futuro, según Toledano, depende en gran parte de los ciudadanos y nuevos periodistas, ya que los ciudadanos se mantienen en una óptica de comodidad cuando de informarse se trata, lo que en política es aún más grave, ya que muchos electores se dejan llevar por tendencias y votan “lo que siempre se ha votado”. El profesor critica que los medios sigan una agenda informativa marcada por los políticos sin cuestionar, siendo los periodistas los que deben decidir qué hechos merecen convertirse en noticia. Esto, en búsqueda de ofrecer a la población información útil para la toma de decisiones al momento de votar.
A los jóvenes que se preparan para ejercer el oficio político o periodístico, les envía un mensaje claro: “El periodismo tiene que recuperar su esencia. Las nuevas herramientas como la inteligencia artificial o el análisis de datos son magníficas, pero el trabajo del periodista es darle a la ciudadanía la información que necesita para tomar decisiones razonadas al votar”.
Consciente de que los medios seguirán tentados por el mercantilismo, Samuel Toledano insiste en que la agenda informativa debe volver a manos de los periodistas. Solo así, afirma, será posible contrarrestar la desinformación que amenaza los cimientos de la democracia y pretende convertir la política en un simple espectáculo.
Conoce más historias, productos y proyectos.