Sigue nuestras emisiones en directo desde esta página, y no te pierdas ningún evento y actividad.
Sigue nuestras emisiones en directo desde esta página, y no te pierdas ningún evento y actividad.
Buscar
18 de Enero de 2025 00:00
En esta entrevista, exploraremos su carrera y experiencias, así como su visión sobre la comunicación organizacional y su perspectiva sobre los desafíos y oportunidades en el ámbito académico y mediático.
María Victoria Pabón es una figura referente en el campo de la Comunicación. Actualmente, es la Coordinadora Académica de Maestría en la Universidad Pontificia Bolivariana, donde su compromiso y experiencia han contribuido al desarrollo y éxito de programas académicos de alta calidad. Es especialista en Gerencia de la Comunicación Organizacional, título obtenido en la Universidad Pontificia Bolivariana, y cuenta con una maestría en Comunicación Social de la Universidad de Navarra. Su profundo conocimiento en estas áreas la ha consolidado como un modelo en el campo de la Comunicación Organizacional, tanto en Colombia como en el extranjero.
Pabón dirigió la Coordinación de Medios en el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela, además de su destacada labor en la educación superior, donde su experiencia y liderazgo dejaron una huella significativa en la comunicación gubernamental del país.
La comunicación establece vínculos entre las personas. Como proceso y fenómeno, posibilita la creación de una organización que se experimenta como comunidad, donde se comparten valores, una visión y objetivos claros. Esto asegura que todos tengan una comprensión común de la organización, interpretando la comunicación a través de la narrativa que se construye en torno a la marca corporativa. Además, la comunicación facilita la distribución de roles y funciones, inspira, motiva y, al mismo tiempo, promueve la interacción con los stakeholders directos o partes interesadas.
En mi experiencia, durante las últimas dos décadas, hemos presenciado avances significativos en nuestra disciplina. Estos avances están directamente relacionados con el aumento de la rigurosidad, respaldado por la implementación de herramientas y metodologías que nos permiten realizar diagnósticos más precisos. Hemos superado la etapa en la que se consideraba que los aspectos intangibles eran difíciles de medir y gestionar, ya que ahora tenemos tecnologías que permiten auditar y comprender los efectos de cada intangible y variable en la organización.
Este progreso no se limita solo a la planificación; abarca también la manera en que nos articulamos con los objetivos organizacionales y cómo informamos a los indicadores correspondientes. Este cambio es fundamental para una gestión más eficiente y orientada a resultados. Además, destaco el papel crucial de las variables sociales, las cuales han elevado la comunicación a un papel protagónico. Esta transformación se hizo especialmente evidente durante el teletrabajo, cuando la comunicación se volvió esencial para cultivar un sentido de pertenencia y traducir los datos en relatos significativos que facilitaran la conexión entre los miembros del equipo.
El papel de la comunicación en este aspecto es fundamental, ya que implica comprender que la reputación conlleva la gestión de expectativas de los grupos de interés hacia nosotros. Nosotros, a su vez, hemos asumido compromisos con estos grupos, y la comunicación se consolida en cómo respondemos ante esas expectativas. En este contexto, la comunicación es esencial para contribuir al conocimiento mutuo, especialmente mediante la escucha activa. Se trata de comprender las diversas dimensiones de la organización y traducirlas de manera efectiva a esos grupos de interés, evitando hacer promesas que no podemos cumplir.
En última instancia, la comunicación actúa como un vehículo de entendimiento, siendo los "grandes oídos" que escuchan a la sociedad y comprenden los imaginarios colectivos. Transmitimos esta comprensión a la gerencia para que responda adecuadamente a esas necesidades y así contamos a esos públicos lo que somos y a través de eso configuramos una reputación Y podemos mostrar otros aspectos que, en la experiencia directa, tal vez nuestros públicos de interés no llegan a percibir.
La comunicación interna proporciona coherencia a los equipos de trabajo. Facilita la sinergia, la gestión del conocimiento, el trabajo colaborativo y la preservación de la memoria organizacional. Nos permite narrarnos dentro de nuestra historia como organización, generando dinámicas en las que nos escuchamos, la gente propone y experimentamos cambios. En este sentido, la comunicación se asemeja a la sangre que fluye por las venas, dinamizando procesos, conectándonos y manteniéndonos vitales.
Además, la comunicación actúa como un termómetro crucial para medir el clima organizacional. Nos proporciona indicadores claros y sensaciones que nos permiten evaluar el estado del ambiente laboral. Identificar debilidades a tiempo nos posibilita actuar de manera proactiva.
Los retos de la comunicación organizacional de aquí a 5 años son considerables. Actualmente, vemos un incremento en el uso de la inteligencia artificial, que se integrará más en nuestra rutina diaria. El principal desafío, desde mi perspectiva, consistirá en garantizar que la tecnología no termine deshumanizando. La comunicación, como la forma empática de conectarnos, juega un papel vital en nuestra condición de seres sociales. Mantener el tono irónico, el humor y, por supuesto, aportar valor a cada proceso son esenciales para evitar que las empresas consideren reducir costos al cuestionar la necesidad de un comunicador cuando la inteligencia artificial puede producir resultados similares. Nuestra contribución debe enfocarse en aspectos estratégicos, análisis y comprensión de realidades y perspectivas, explorando hacia dónde nos dirigimos y cómo traduciremos esos destinos en relatos significativos.
Mi consejo para aquellos que buscan una carrera en comunicación y periodismo en la era digital es que se preparen para un cambio constante y un aprendizaje continuo. Esto implica mantener la disciplina de estar aprendiendo todo el tiempo, tener la capacidad constante de cuestionarse, analizar y mantener un sentido de inquietud. Esto me lleva a otro punto crucial, que es cultivar un pensamiento crítico. Desarrollar una estructura mental que nos permita ir más allá de lo evidente. Necesitamos explorar fuentes diversas, fomentar procesos creativos y superar lo convencional. Este enfoque nos desafía a ser proactivos, humildes y a ver los retos y las novedades no como obstáculos, sino como nuevas oportunidades y desafíos.
Conoce más historias, productos y proyectos.