Sigue nuestras emisiones en directo desde esta página, y no te pierdas ningún evento y actividad.
Sigue nuestras emisiones en directo desde esta página, y no te pierdas ningún evento y actividad.
Buscar
26 de Octubre de 2024 00:00
En una acogedora cocina de Zipaquirá, el olor a dulce de leche se mezcla con risas y complicidad; dos hermanas convirtieron su pasión por la cocina en un próspero emprendimiento de alfajores artesanales, llamado “Alfajores La Morita”.
Lina Fernanda Mora es una ingeniera ambiental que encontró en la pandemia, junto con su hermana, una oportunidad para explorar sus habilidades reposteras y generar ingresos extra durante el confinamiento, periodo de tiempo en el que nació su negocio.
La idea de crear un emprendimiento de alfajores surgió de forma inesperada. Durante la cuarentena, decidieron tomar cursos virtuales con expertos argentinos, teniendo en cuenta que allí es el origen de este dulce, y decidieron escoger este producto en particular porque su variedad no es muy usual aquí en Colombia.
“Nos encantó la idea de hacer algo que realmente disfrutáramos”, comenta Mora. Inicialmente, la producción era pequeña; se dedicaban a probar recetas y compartirlas con sus familiares y amigos, quienes rápidamente se convirtieron en sus primeros clientes y fanáticos. Sus allegados no solo fueron sus primeros consumidores, sino también sus primeros colaboradores. Lina cuenta, con expresiones de admiración, el gran respeto y agradecimiento que siente frente a sus padres y su esposo, quienes la ayudan en los procesos logísticos de la pequeña empresa, como el empaquetado y los domicilios. “Han sido nuestros brazos derechos e izquierdos” afirma la repostera.
Esta red de apoyo ha sido clave al momento de llevar a cabo todas las operaciones que requiere un emprendimiento y el voz a voz fue permitiendo que “Alfajores La Morita” se diera a conocer cada vez más.
“Vimos que vendíamos muchos alfajores, especialmente en fechas especiales, y que eran 100% artesanales, elaborados con mucho cariño en la cocina de mi mamá. Entregábamos alrededor de 500 alfajores por semana”, añade Lina con una sonrisa.
Una de sus motivaciones es ver que cuentan con un muy buen producto. Sus amigos más cercanos han visto la evolución de los alfajores y comentan que se enamoran de ellos una y otra vez. “Lina destaca porque quiere dar más del 100% en cada trabajo que realiza y, particularmente, en el emprendimiento, procura satisfacer a plenitud a sus cliente, entregando un producto de la más alta calidad”, menciona su esposo.
Lina es una mujer con resiliencia y dedicación, y su visión para su emprendimiento es poder crecer hasta el punto de que ese sea su único trabajo, pues la repostería y el tener empresa propia se han vuelto sus grandes pasiones.
Además de repostera, Lina es ingeniera ambiental y sus conocimientos en su área los lleva también a su negocio, ya que se preocupa porque Alfajores La Morita sea lo más sostenible posible. Esto lo logra por medio de iniciativas como el re-fill y el descuento en futuras compras cuando sus clientes devuelven sus empaques de vidrio.
Tiene un talento y una intuición clave para identificar oportunidades de crecimiento para su pequeña empresa y han asistido a diversas ferias, como la Feria de Mujeres Emprendedoras en Fontanar, que fue un antes y un después para Alfajores La Morita, gracias a la visibilidad que ganaron en dicha exposición.
Este tipo de eventos inspiran a las mujeres emprendedoras a seguir adelante con sus proyectos y apoyarse unas a otras, impulsando las ideas de las demás, a pesar del miedo e incertidumbre que genere el comenzar un proyecto emprendedor.
Colombia es un país de pequeñas empresas. Según las cifras de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio, en 2023 fueron creadas 305.997 empresas, y principalmente (74,4%) corresponden a personas naturales, lo que quiere decir que son proyectos individuales y de pequeño tamaño.
Según Confecámaras, “se evidenció una reducción del 1,4% en la creación de microempresas, una disminución del 31% en las pequeñas empresas, además de una reducción del 25% y 59% para las empresas medianas y grandes”.
Lina conoce de cerca esta experiencia de emprender y comenta que lo más difícil fue lanzarse al vacío y tener la valentía de comenzar. Más allá de vender y prosperar su negocio, busca empoderar a su comunidad para que más mujeres se animen a seguir su ejemplo.
Quiere aportarle a la región por medio de la compra de materia prima a productores locales, apoyándose en ellos e impulsando la economía de Sabana Centro. Además, han contado con el apoyo de la alcaldía por medio de capacitaciones. Además, ha desarrollado procesos para emprender en la Cámara de Comercio.
Conoce más historias, productos y proyectos.