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30 de Marzo de 2025 00:00
Diana Bedoya Villanueva es directora de la Especialización y Maestría en Psicología Clínica de la Niñez y Adolescencia en la Universidad de La Sabana.
Suma 18 años de experiencia como docente, fortaleciendo los procesos educativos de los estudiantes enfocados en la conceptualización y análisis de casos clínicos.
Bedoya explica los aspectos desencadenantes del trastorno, destacando la vulnerabilidad genética y como el apoyo familiar permite una mayor adherencia al tratamiento y la estabilidad emocional del paciente.
¿Cómo se manejan los trastornos desde la Psicología Clínica?
Los trastornos son considerados un diagnóstico clínico, ya sea un trastorno afectivo bipolar, trastorno de depresión mayor, trastorno de ansiedad o todo el espectro que se soporta en procesos investigativos y que se consolida en el DSM 5, un manual diagnóstico y específico que manejamos los psicólogos clínicos. Se deben tener en cuenta varios aspectos como especifica el manual: los signos, síntomas, curso y la afectación que genere en los contextos de funcionamiento de las personas.
¿Aspectos como el estrés o los traumas pueden desencadenar bipolaridad?
El Trastorno Afectivo Bipolar (TAB) tiene una base neurobiológica y genética, es decir que implica que se revisen cómo son los antecedentes en cuanto afectaciones de salud mental en la familia y si alguien tuvo fue diagnosticado con algún trastorno.
El estrés por sí solo no causa la bipolaridad, pero puede actuar como un factor desencadenante en personas con algún tipo de predisposición genética.
Como se ha analizado en varias investigaciones, eventos traumáticos como la pérdida de un ser querido, el abuso sexual infantil y situaciones de mucha presión pueden ser precipitantes para desencadenar episodios maniacos o depresivos en quienes ya tienen una vulnerabilidad genética.
¿Cómo afecta el trastorno bipolar a la vida laboral y académica de una persona?
El trastorno bipolar altera los procesos cognitivos relacionados con la concentración, las funciones ejecutivas y en el inicio, planeación, organización, estructuración y finalización de una tarea.
Como se consigna en el manual DSM 5, hay tres tipos de trastorno bipolar que dependiendo cuál se padezca tendrá una mayor afectación en la regulación emocional de la persona.
Cuando una persona está atravesando por estos episodios maniacos o está teniendo síntomas como cansancio, tristeza o irritabilidad se traduce en una condición de vulnerabilidad en las interacciones con las demás personas.
Además, se ha estudiado como se altera la estabilidad del rendimiento y la constancia en el trabajo, debido a que la persona puede sentirse extremadamente productiva, pero con dificultad para organizarse y tomar decisiones adecuadas y, por otro lado, en los episodios depresivos, la fatiga, la falta de motivación puede llevar a ausencias o a bajo desempeño laboral o académico.
¿Qué papel juega el apoyo familiar y social en el tratamiento del trastorno bipolar?
El apoyo de la familia y la comunidad aquí es muy importante. En principio, para la adherencia del tratamiento y la estabilidad emocional de la persona que está presentando esta sintomatología.
Un entorno comprensivo ayuda a la persona a reconocer señales de alerta, a seguir la medicación y, por supuesto, acudir a terapia. Además, también el apoyo social reduce el aislamiento y fomenta estrategias de afrontamiento saludable.
En investigaciones que he realizado, he encontrado cómo los grupos de apoyo también pueden ser una herramienta valiosa para compartir experiencias, sentirse acompañado en el proceso y para validar, de algún modo, la experiencia individual que se está experimentando en ese momento.
¿Cómo se puede educar a la sociedad para eliminar los prejuicios sobre la bipolaridad?
La educación y la difusión de la información basada en la evidencia permite desmitificar la bipolaridad y también reducir la estigmatización. Pienso que algunas estrategias que podemos implementar desde la academia, en relación con fortalecer la conciencia de las personas sobre estos temas, es, en primer lugar, hacer campañas de sensibilización en medios de comunicación o en redes sociales, porque en la actualidad funciona muy bien y de esta manera damos información tanto de promoción como de prevención de la enfermedad.
Otro punto clave es escuchar testimonios de personas que están experimentando los trastornos en carne propia, para de esa forma contribuir empáticamente en la conexión emocional con la persona y también generar procesos de solución. Además, los contextos laborales se deben adaptar para poder manejar adecuadamente estos casos, sin que implique una segregación o una exclusión en los beneficios o políticas de la empresa solo por un desconocimiento de la enfermedad del trabajador.
Si te encuentras en Bogotá y necesitas apoyo en situaciones de crisis emocional, puedes comunicarte con la línea 018000 112 439, donde recibirás orientación. Además, aquí puedes acceder a los directorios de ayuda disponibles en otras ciudades del país. Existen también diversas asociaciones de supervivientes que ofrecen recursos y protocolos para ayudarte a afrontar el duelo.
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