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1 de Diciembre de 2025 11:05
En la capital colombiana donde las opciones de entretenimiento abundan, por la carrera séptima y con un pequeño letrero de color amarillo a la entrada, Fantasma se enciende de lunes a sábado para brindar una experiencia de música en vivo y gastronomía que lo convierten en toda una experiencia para sus asistentes, que lo destacan como uno de los mejores sitios de jazz en vivo en la ciudad con una puntuación de 4.6 estrellas en Google y más de 500 opiniones.
Durante años, Bogotá tuvo una oferta limitada: algunos bares programaban jazz, pero más como sonido ambiental que como apuesta cultural. El músico colombiano Juan Camilo Anzola, lo resume con claridad: “cuando empecé en 2001 solo había un lugar donde realmente se hacía jazz, los demás sitios lo usaban para amenizar”.
Ese crecimiento no es casual. Actualmente hay cada vez más músicos formados, más estudiantes de jazz en universidades como la Sergio Arboleda, la Nacional y la Jorge Tadeo Lozano. También festivales como el Jazz al Parque que, por ejemplo, en la edición de 2023 contó con aproximadamente 40,00 asistentes, según el Instituto Distrital de Las Artes (IDARTES). Ese panorama es el que hace posible que un lugar como Fantasma exista y prospere, no como un bar temático sino como un escenario real para el jazz contemporáneo en Bogotá.
Desde la entrada, Fantasma comunica su intención: la música es la experiencia central. No hay pantallas, no hay distracciones innecesarias, no hay ruido visual. La iluminación rojiza, diseñada para crear intimidad sin caer en la penumbra, dirige la atención hacia el bar. Las mesas —todas con vista directa a los músicos— confirma que el lugar está pensado para priorizar la experiencia musical. Esa disposición ordenada pero cálida convierte a Fantasma en un lugar donde incluso el público no especializado puede conectar con la interpretación sin esfuerzo.
Fantasma no es un bar donde el jazz se usa para llenar espacio; aquí cada presentación se siente como un evento. Para muchos músicos, este tipo de escenarios representa justamente el salto que Anzola describe: lugares donde la música original y el lenguaje del jazz pueden mostrarse sin diluirse en el ruido de bar.
La decoración también juega a favor. Tonos rojos, madera oscura y una estética cuidada clásica, generan un ambiente elegante sin imposturas. No intenta replicar otros lugares, usa sus propias características para destacar y crear un espacio ameno y tranquilo. Busca más bien una atmósfera contemporánea donde la música fluya con naturalidad. Como señala Juana Cabrera, una visitante del lugar: “me gusta mucho la ambientación… uno se siente como en casa”.
El servicio merece una mención especial. A pesar de ser un lugar de alta demanda y asistentes entrando, cada persona del lugar está enfocada en brindar una excelente atención. En mi caso, fui la primera persona en llegar debido a que tomé la primera reserva disponible, a las 7 de la noche. No había más asistentes en el momento y aunque pude recibir más atención por parte de todos los trabajadores, la calidad nunca disminuyó cuando el lugar tenía todas las mesas ocupadas.
En cuanto a la gastronomía, Fantasma propone una carta diseñada para acompañar la música sin restarle protagonismo. No es un bar donde la comida funciona como añadido, aquí cada plato parece pensado para que la experiencia sea completa. Desde diferentes tipos de cócteles de autor y vinos, hasta hamburguesas que completan la experiencia.
La experiencia general de Fantasma deja la impresión de un lugar que sabe exactamente lo que quiere ser y lo ejecuta con coherencia, clase y cultura. No es un bar para quienes están acostumbrados a muchos estímulos constantes, es un espacio para disfrutar una conversación larga y buena música en vivo. Su mayor fortaleza es esa claridad: que cada decisión, desde la iluminación hasta el repertorio, responde a una intención artística.
Fantasma no solo aprovecha el crecimiento del jazz en Bogotá, sino que contribuye a él. En una ciudad donde la oferta cultural compite todo el tiempo, lograr que un espacio pequeño en la mitad de un andén de la carrera séptima con 72 construya identidad propia no es algo menor. Para quienes quieren una noche diferente, donde la música se viva y no solo se escuche, este lugar ofrece una experiencia que justifica su reputación y reconocimiento. Yo volvería mil y una noches más.
Ficha técnica
Nombre: Fantasma
Año de apertura: 2023
Propietario: Juan Riveros (músico)
Dirección: Carrera 7 # 72-77, Bogotá, Colombia
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